viernes, 24 de abril de 2015

EL PUENTE-EDITORIAL: HABLAR EN VOZ ALTA


Esta semana celebramos el 67 Aniversario del Día de la Independencia de Israel. Para mí es una señal de que ha llegado el momento de empezar a despedirme de España y de prepararme para poner término a mi mandato como embajador de Israel en este país tan maravilloso.

Como todos los embajadores y como en todas las relaciones entre países tan cargadas emocional, histórica y culturalmente, he tenido mis momentos tensos, de desacuerdo y de decepción respecto a posiciones y declaraciones de políticos, académicos y periodistas españoles. Sin embargo, puedo decir con toda sinceridad que he disfrutado de muchísimos momentos agradables, de fructíferas reuniones, de colaboración y de diálogos interesantes que a cualquier embajador, en cualquier lugar del mundo, le hubiera encantado tener.

El diálogo cultural, económico, empresarial, social y político entre la sociedad israelí y la española se ha intensificado y cada año ha sido más profundo, más amplio y más diversificado. La sociedad española está hoy más abierta que nunca a conocer, entender y disfrutar de la colaboración con cineastas, coreógrafos y otros artistas de Israel.

El sector empresarial y de I+D entiende el beneficio que puede obtener colaborando con el ecosistema innovador de Israel. El conocimiento de la diversidad humana, étnica, ideológica y religiosa de Israel, la apertura democrática y la energía creativa que caracterizan a los israelíes son la llave para puentes más anchos, más profundos, más complejos (en el sentido positivo de la palabra) entre España e Israel.

Para facilitar el proceso de conocimiento mutuo he viajado por muchos lugares de España, desde los Pirineos catalanes hasta el “Silicon Wadi” de Málaga; desde el parque científico de Valencia a los centros industriales y de investigación de Bilbao; desde las nuevas excavaciones del micvé de Girona hasta la ceremonia de conmemoración del último barco de sobrevivientes del Holocausto de Cádiz a Haifa; desde el Centro Jesús Uzón de Cirugía de Mínima Invasión en Cáceres a reuniones de empresarios en Valladolid, Zaragoza y muchas otras ciudades y diputaciones; de la actuación de la Kibbutz Dance Company en Vigo y en Sevilla a la de la Filarmónica israelí en Santander; del Observatorio del espacio de Tenerife a Palma de Mallorca, sin olvidar el gran pueblo de Mota de Judíos. Y han sido muchas más las ciudades y regiones que no puedo detallar aquí por motivos de espacio pero que, desde luego, no son menos importantes o interesantes. Como podéis imaginar , me siento muy afortunado.

Lo que he encontrado en todas mis visitas es el alto interés que existe por Israel, que son numerosas las personas que sienten una profunda amistad hacia mi país y que quieren intensificar mucho más sus contactos con ella.

Sé que no siempre son ellos los que lideran los programas de noticias, sé que no siempre es esto lo que reflejan los medios pero, son muchos, muchísimos más de los que parece. Son españoles que identifican a Israel como un socio por sus valores, sus objetivos, su cultura y su modo de vivir y de interpretar la vida. Son españoles que identifican las amenazas y los intereses políticos de una manera muy similar a como lo hacen los israelíes. Españoles que reconocen a Israel por lo que es: el socio más importante y más cercano a la Unión Europea en Oriente Medio.

Durante mi estancia en España multitud de personas ha compartido conmigo su sentimiento de cercanía e identificación en ocasiones hablándome en voz baja y ocultando su boca con la mano. Es el momento de apartar la mano y de hablar en voz alta porque sois muchos y debéis estar orgullosos de vuestra amistad con Israel.   

Alon Bar
Embajador de Israel en España

miércoles, 15 de abril de 2015

VIAJE A ISRAEL CON KKL

La KKL ha organizado para este mes de mayo su viaje a Israel de 8 días para visitar lugares de gran importancia y exclusividad y en el que podrás comprobar las acciones verdes que ha desarrollado durante estos últimos 114 años.

PINCHA EL ENLACE: 

http://descubreisrael.kklspain.org/

viernes, 10 de abril de 2015

Enrique Soria presenta su libro sobre ‘El origen judío de Góngora’

DIARIO JUDIO

Hoy jueves, 9 de abril, tendrá lugar en el Rectorado de la Universidad de Córdoba la presentación del libro del catedrático de Historia Moderna de la UCO, Enrique Soria, El origen judío de Góngora .
Según afirma el profesor este libro, que se presentará en el marco del congreso internacional ‘Los judeoconversos en la monarquía española’, que se desarrolla en estos días en la ciudad, viene a arrojar más luz sobre los rumores del origen judío del ilustre escritor cordobés. Soria explica que se trata de un libro dirigido al gran público ya que, a pesar de “recoger alta investigación está orientado a la gran divulgación”, en el que se recoge un amplio trabajo de investigación archivística que deja claro que, pese a los rumores suscitados en los años 60 y 70 del siglo pasado, Góngora no es descendiente de judíos.
“Desciende de conversos -afirma Soria- y además por multitud de antepasados conversos. El debía ser plenamente consciente de serlo, lo que considero pudo afectar en su creación literaria”.
Este nuevo libro de Soria, que prepara un nuevo trabajo sobre Santa Teresa de Jesús, será publicado en una nueva editorial cordobesa, Hannover, cuyo objetivo es potenciar la divulgación.

miércoles, 8 de abril de 2015

EL PUENTE: CARMELA Y FERNAND


En ocasiones hay personas a tu alrededor que poseen una historia de vida increíblemente especial e impactante de la que, sin embargo, tú no tienes la menor idea. Se trata de tus vecinos o de tus compañeros de trabajo, de gente común y corriente, que siempre ha estado de una u otra forma presente en tu vida pero, cuyo mundo no descubres hasta que algo de repente sucede. Y es precisamente en ese momento, en el que aparece la maravilla que se escondía tras la cotidianeidad de su vida.

A modo de homenaje personal, en estas líneas quiero compartir con vosotros la historia de una familia “común y corriente”, que vivió en mi kibutz en Israel durante los últimos 66 años y a quienes conocía como el panadero y la enfermera, como Fernand y Carmela.

Hace un mes supe que falleció Carmela, en uno de estos últimos y soleados sábados de finales del invierno en Israel. Mi padre me telefoneó para hablarme de lo sucedido, mientras destacaba que estábamos al final de toda una época y que hemos perdido a la última luchadora de la Guerra Civil en España.

Esto es lo que mi padre me contó:

Carmela nació en 1918 en Torreblanca (Castellón) en el seno de una familia de agricultores con 5 hijos. Cuando estalló la Guerra Civil y se reclutó a las tropas republicanas, Carmela, de 18 años, se alistó como enfermera.

Mientras en Francia, donde había llegado con su familia Fernand Beiggelman, hijo de un zapatero judío de Kishinev en Besarabia, a sus 20 años se alistó en las Brigadas Internacionales y, junto a otros 500 voluntarios franceses, cruzó la frontera española en 1936. Llegó primero a Barcelona, más tarde como subteniente participó en la lucha por Madrid y acabó siendo herido en Córdoba y dado allí por muerto.

Fernand estuvo ingresado en varios hospitales, en Tarragona y finalmente en Valencia, donde conoció a Carmela, donde trabajaba como enfermera, y donde se enamoraron. Tras su recuperación, la pareja se trasladó a Torreblanca y tuvieron a su único hijo Jacob, sin embargo, no permanecerían mucho allí ya que con el final de la guerra decidieron mudarse a París junto a la familia de Fernand.

Al poco tiempo, los nazis entraron en París y apresaron a Carmela y a su hijo, pero Fernand, disfrazándose con un uniforme de la Gestapo, consiguió liberarlos y huyeron los tres de Francia a través de España y Portugal hasta llegar a Casablanca, donde Fernand se alistó en el Ejército de la Francia Libre al mando del General Leclerc.

Con la entrada de los aliados en Francia Fernand, como paracaidista, participó en la liberación de París y posteriormente también en la de Viena.

En 1945 con el final de la II Guerra Mundial se reunieron con él Carmela, su hijo y el hermano pequeño de Fernand, único miembro de la familia que había sobrevivido en el campo de exterminio de Auschwitz. Y en 1949 toda la familia fue a vivir al kibutz Gvat, al norte de Israel, donde se convirtieron Fernand en el panadero y Carmela en la enfermera del consultorio.

Allí les conocí yo, allí les recordaré siempre, y fue allí también donde creció su hijo Jacob y de donde salió para convertirse en piloto de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Carmela falleció en febrero y la despidieron su hijo, sus cuatro nietos, sus dieciséis bisnietos y todos los miembros de mi kibutz.

Descansa en paz, Carmela.

Hamutal Rogel-Fuchs
Portavoz de la Embajada de Israel en España