martes, 15 de septiembre de 2015

El Palmaj, parte fundamental de la historia de Israel Por Eli Cohen


Recientemente, el escritor israelí Tal Kra-Oz se hacía eco de la conmemoración del 75 aniversario del Palmaj, la fuerza de choque la Haganá, la organización paramilitar de la comunidad judía en Palestina. La historia de la Haganá no es muy conocida por el gran público –ya hablamos de sus inicios al reseñar el excepcional libro de Thierry Nolin–, pero menos aún lo es la del Palmaj, del que formaron parte, entre otros líderes sionistas, Isaac Rabin y Moshé Dayán, así como prominentes figuras en el campo de las artes (Yehuda Amijai, Haim Hefer) y el peluquero y empresario británico Vidal Sasón. El famoso estilista describió el año que pasó luchando en la Guerra de la Independencia en las filas del Palmaj como el mejor de su vida.
Pensar que, después de 2.000 años de haber sido sacrificado, de repente eres una nación emergente, era una sensación maravillosa. Sólo había 600.000 personas que defendían el país en contra de siete ejércitos, por lo que todo el mundo tenía algo que hacer.
El Palmaj fue creado exactamente siete años antes del establecimiento del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1941, para hacer frente a dos amenazas potenciales: la invasión de Palestina por parte de las fuerzas del Eje, en caso de vencer a los británicos en el norte de África, y la defensa de los asentamientos judíos de los ataques árabes, si los ingleses finalizaban el Mandato de forma inesperada.
Unos meses después su nacimiento, los británicos acceden a llevar a cabo operaciones conjuntas con el Palmaj contra las fuerzas de Vichy en Siria y el Líbano. No obstante, después de la victoria de El Alamein, en 1942, los británicos dejan de entrenar y colaborar con el Palmaj y ordenan su disolución. Pasa entonces a la clandestinidad. Son años de turbulentas y ambiguas relaciones entre judíos palestinos y británicos –que finalmente acaban en enfrentamiento total–, legendariamente resumidas por una cita de David ben Gurión, fundador de la Haganá y padre del Israel moderno:

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