El director de El Norte, Carlos Aganzo, descubre la Red de Juderías a los alumnos de la Universidad de la Experiencia en la Upsa
EL NORTE DE CATILLA
Los primeros datos fiables de la presencia de los judíos en lo que ahora llamamos España datan del siglo II antes de Cristo; aunque otras fuentes aseguran que llegaron aún antes, con los fenicios. Yen 1978 se celebró un juicio en Mallorca porque una persona presentó una denuncia porque consideraba que no le concedían más proyectos de obra porque era judío.
Estas dos referencias sirvieron a Carlos Aganzo, director de El Norte de Castilla, para asegurar que los sefarditas llegaron a este país «antes que los romanos y que nosotros y nunca se han ido pese a su expulsión en 1492» ante decenas de alumnos de la Universidad de la Experiencia en la Pontificia.
Aganzo aprovechó su participación en la elaboración del libro ‘Rutas por las juderías de España’ y en distintos documentales y películas al respecto para la BBC o TVE, para hacer un recorrido por los principales asentamientos sefarditas en Españ y destacar la importancia de su presencia en nuestro país a lo largo de los siglos y las muchas referencias a su cultura y sus tradiciones aún presentes en nuestros días. Así, señaló que muchos de nosotros descendemos de judíos «que pasaron a la religión católica y adoptaron apellidos ahora muy comunes como todos aquellos que tienen que ver con lugares concretos, profesiones o cosas».
Carlos Aganzo señaló que las 21 juderías existentes en España cuando se realizó el libro -ahora 25- están repartidas por toda España, aunque destacó el peso de los sefarditas en la zona de Cataluña, de Galicia y especialmente en «el maravilloso triángulo que forman las tres ciudades Patrimonio de la Humanidad del centro del país, Ávila, Segovia y Toledo, que llegó a ser un centro de peregrinación mundial con su sinagoga del Tránsito».
En el libro se proponen viajes de fin de semana o de varios días a cada una de las 21 ciudades vinculadas a la Red de Juderías de España, tomando como eje principal de la visita el conocimiento de su aljama, a fin de mostrar los valores culturales, históricos, turísticos, antropológicos y, en algunos casos, gastronómicos de un pueblo, el judío, que forma parte esencial de la cultura española.
En su elaboración, se han ido descubriendo nuevos datos, testimonios y referencias sobre la presencia de los judíos en España. Y también ha servido para acabar con algunos mitos, como el de que todos los judíos eran banqueros. «El 90% de ellos eran comerciantes y artesanos que arreglaban cosas», señaló. También refutó la idea de que todos los judíos vivían en guetos, al asegurar que eso no sucedió hasta las rebeliones de 1391, «cuando ser judío en España era bastante peligroso», pero no antes.
A lo largo de su conferencia ante los alumnos de la Universidad de la Experiencia, Aganzo desgranó también algunas anécdotas que refuerzan el peso de la tradición judía en nuestro país. Así destacó que los padres de Santa Teresa de Jesús descendían de judíos que compraron la pureza de sangre y se convirtieron al cristianismo.
Tampoco faltaron las referencias a las persecuciones que vivieron los judíos y a los brotes de antisemitismo «aunque también hubo muchas historias en las que los vecinos cristianos ocultaban a los judíos cuando la Inquisición los perseguía», señaló.